¿te ha pasado que en algún momentos de tu vida has logrado todo lo que has querido pero, pese a ello, no te has sentido feliz? ¿Ha habido algún momento en tu vida cuando habías fallado, cuando no habías logrado lo que querías pero te sentías feliz por dentro y lleno de satisfacción porque, tal vez, diste todo de ti?
Si es así, la pregunta que nos queda es ¿por qué a veces tenemos éxito pero no nos sentimos felices? o ¿por qué a veces somos felices pero no logramos lo que queremos?
Las personas quieren tener éxito y buscan ser felices:
El éxito es algo que tienes, consigues o logras; mientras que la felicidad es algo que se “es”, es el tipo de persona en la que te conviertes y las emociones que sientes dentro de ti. Podemos decir que, a diferencia de el éxito, la felicidad se encuentra en nuestro interior y no en el exterior. ¿Tiene sentido? Podría ser que las personas logran el éxito, lo alcanzan pero luego se dan cuenta qué eso no los hace felices y se preguntan cómo ser felices ,entonces ahí es donde empiezan su búsqueda hacia la felicidad.
Ahora veamos la definición que nadie dice, pero es fundamental conocer: el éxito es una ciencia y la felicidad, un arte. El éxito es una ciencia porque son pasos específicos que la persona debe tomar para lograr aquello que él o ella defina por éxito. Por esta razón se puede decir que el éxito es la capacidad de lograr las metas que te propongas en la vida, es poder pasar de donde estás a donde quieres estar.
La felicidad es un arte porque no es algo que se logra, sino algo que se siente, algo que se “es” y la forma de sentir la felicidad o ser feliz varía dependiendo de cada persona. Lo que nos lleva a reconocer que la felicidad es un sentimiento que proviene cuando nos permitimos disfrutar de la situación en la que estamos actualmente.
Entonces, te vuelvo a hacer la pregunta ¿eres feliz? ¿eres exitoso o exitosa? O, mejor aún ¿podrías ser feliz en estos momentos si lo decidieras? ¿podrías ser exitoso en este preciso instante?
La respuesta a ambas preguntas es sí, ¿por qué? porque hay áreas de tu vida en las cuales ya has logrado la meta que te habías propuesto. Tal vez conseguiste ese ascenso que tanto querías, o lograste bajar de peso, o ganaste ese viaje, o te compraste ese carro, etc.
También puedes ser feliz en este preciso momento, pues solo debes pensar en todo lo bueno que hay en tu vida, la familia que te rodea, que te quiere y cuida. Puedes reconocer lo mucho que has progresado y todas los buenos ratos que has pasado en tu vida. Por supuesto que hay áreas en tu vida en la cuales aún no has logrado el éxito y está bien, porque es justamente ese deseo de lograr tus metas el que te motiva, te empuja y te dará la energía que necesitas para seguir progresando en la vida. También hay situaciones que no son buenas en tu vida, pero si aprendes a controlar tus emociones y te enfocas en lo bueno, siempre tendrás ideas de cómo solucionar lo malo.